Hoy seis del séptimo mes del año dos mil doce, a
ocho días de experimentar la emoción de paternidad, con una sensación de
nerviosismo, pero como un niño queriendo abrir su regalo para descubrir la
magia, que está envuelta de amor y cariño, en un entorno de incertidumbre el
saber cómo serás y también como será mi desempeño como guía paterna y marital
para un buen ejemplo, pero sobre todo, para tratar de convertir a esa dulzura
en mi capricho, por ser la mejor, a mi parecer o a mi limitada percepción de lo
mejor ante una sociedad utópica, demandante y en absoluto satisfecha, hasta el
día de hoy mi vida a seguido un poco normal, pero con alegría al comprar las
cosas que necesitaras y poder escoger junto con tu madre las cosas,
imaginándote dentro de ellas, y en nuestros momentos difíciles eres tú la luz
que ilumina nuestra razón pero sobretodo nuestro corazón para seguir adelante
con nuestro propósito de llegar a un arquetipo que alguien ha visto jamás pero
recomiendan con gran esmero y aun así sin embargo luchare por tu grandeza como persona, ciudadana y sobretodo por tu felicidad.
Cada vez se va haciendo más la dicha por tenerte
entre nuestros brazos, esperamos con grandes ansias tú llegada CAMILA.
I.H.R.
I.H.R.